Desarrollo sostenible
Contexto territorial y actividades
La misión de la UPD para el Desarrollo Sostenible es poner en marcha una reconciliación entre las necesidades de desarrollo del territorio y el manejo adecuado de sus hábitats y recursos naturales, elaborando proyectos productivos que garanticen la sostenibilidad y al mismo tiempo las necesidades de género, inclusión y satisfacción de las necesidades básicas, por medio de estrategias compartidas con las comunidades y partes interesadas. Las actividades de desarrollo sostenible de la UPD se enfocan en proyectos productivos fomentando un desarrollo humano inclusivo que favorezca la educación y la profesionalización y en dialogo con las partes públicas y empresariales para maximizar los resultado en términos de sostenibilidad, empleabilidad y productividad.
Contexto
Fuentes: World Bank, OCDE, UNDP, DNP – Desarrollo Social, Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014
Economia
En 2015, Colombia se mantuvo entre los países que registraron un crecimiento rápido en la región, gracias a un manejo macroeconómico y fiscal efectivo. Sin embargo, el país se vio afectado por la desaceleración económica global y por precios del petróleo más bajos, por lo que su crecimiento económico pasó del 4.6 por ciento en 2014, al 3.1 por ciento en 2015. La desaceleración se debió principalmente al sector extractivo, mientras que los servicios se mantuvieron como el principal motor de crecimiento. La agricultura y manufactura empezaron a recuperarse hacia el final del año. En el lado de la demanda, el consumo por familia continuó impulsando la actividad económica, mientras que el consumo gubernamental y la inversión se desaceleraron y las exportaciones cayeron.
El desempleo alcanzó una baja récord en 2015 (8.9 por ciento), tras importantes reformas para reducir los costos laborales no salariales y pese a la desaceleración de la actividad económica. El manejo fiscal sigue siendo fuerte, como quedó demostrado con el cumplimiento de la regla fiscal instituida por primera vez en 2012.
Patrimonio medioambiental
El rico patrimonio natural de Colombia – cerca del 55% del territorio colombiano está cubierto por bosques, el segundo de los países con mayor biodiversidad del mundo – se encuentra bajo creciente presión debido a las industrias extractivas, la cría de ganado, la urbanización y el uso de automóviles, según la OCDE. El aumento de la extracción de recursos naturales no renovables está impulsando el crecimiento económico. Sin embargo, es también una de las causas principales de la contaminación del suelo y el agua, de la degradación de ecosistemas sensibles y de graves daños a la salud humana.
Colombia es altamente vulnerable a los acontecimientos climáticos extremos, por lo que la agricultura de tala y quema, el drenado artificial de humedales, los cambios de los cursos naturales de los ríos y la construcción de villas y poblados en áreas propensas a inundaciones y deslizamientos sólo incrementarán los riesgos.
Si bien es cierto que un mayor crecimiento económico ha contribuido de manera significativa a mejorar el ingreso y el bienestar de los colombianos en las últimas décadas, este también ha estado acompañado de un marcado deterioro ambiental y de la acentuación de problemas como la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la contaminación del agua y del aire (DNP, 2007: 6). Se encuentra, por ejemplo, que el 85% de los sistemas productivos de Colombia se ubican en áreas vulnerables a desertificación, y el 48% del país es susceptible de erosión. Estos factores degradan aproximadamente 2.000 hectáreas al año en la región andina y afectan la competitividad del sector agrícola, la disponibilidad de alimentos, y la calidad y cantidad de agua. Así mismo, se estima que la degradación ambiental en Colombia representa pérdidas equivalentes al 3,7% del PIB (Banco Mundial, 2007:118). De forma similar, las sustancias químicas empleadas en los procesos de producción causan contaminación del agua, el aire y los alimentos, generando riesgos significativos para la salud pública, la productividad y los ecosistemas. Un sector que merece especial atención al producir deterioro ambiental a pesar de los esfuerzos recientes para su control, es el minero. Si bien la legislación prohíbe adelantar actividades con fines comerciales en áreas de importancia ambiental, el cumplimiento de esas disposiciones ha sido limitando y, en muchos casos, la actividad minera informal ha generado graves consecuencias ambientales, sobre todo en el uso y afectación del recurso hídrico. Así mismo, los pasivos ambientales asociados a la minería legal no han sido cuantificados en términos económicos y sociales, ni internalizados, ni tampoco se cuenta con fuentes de financiación específicas para su recuperación.
Pobreza
Para el caso de América latina y el Caribe, se han registrado avances importantes en los últimos años en la lucha contra la pobreza y pobreza extrema, lo cual se evidencia en la disminución de aproximadamente 16 puntos porcentuales en la tasa de incidencia de la pobreza y en 7 puntos porcentuales la incidencia de la pobreza extrema, entre 2002 y 2014. Frente a esos avances, Colombia ocupa el quinto puesto en reducción de la pobreza en la región y el cuarto en reducción de pobreza extrema, aportando con 6’600.000 de personas que han dejado de ser pobres y 3’500.000 que dejaron de ser pobres extremos en la última década.
Colombia tiene profundas desigualdades territoriales y poblacionales en la lucha contra la pobreza. Por ejemplo, el grueso de los pobres en el país se concentra en departamentos con ingresos altos. Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá aportan cerca del 50% del ingreso nacional, pero a su vez concentran cerca del 25% de los pobres. Este hecho es causado probablemente por la alta concentración poblacional, en parte debido al desplazamiento de la población vulnerable que busca mejores oportunidades.
Para el caso colombiano, es posible argumentar que la violencia es la trampa de pobreza más importante. Distintos trabajos académicos han mostrado que el conflicto armado ha restado entre 0.3 y 0.5 puntos porcentuales por año al crecimiento económico del país. Un estudio realizado por el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), da cuenta de que, en una situación de conflicto, el Producto Interno Bruto de Colombia se duplica cada dos décadas. En ausencia del conflicto, en cambio, el tiempo en que tardaría la economía en crecer 100% sería apenas 10 años. Esto significa que en los últimos 50 años el país ha perdido cerca de 30 años de producción de valor agregado por culpa del conflicto.
Educación
Recibir una educación de calidad es un derecho que tienen todos los niños, niñas y jóvenes colombianos, independientemente de su condición social, económica, geográfica o étnica. Sin embargo, este derecho consagrado en la Constitución Nacional de 1991 (Artículos 44 y 67) y reivindicado por la Ley General de Educación de 1994, sigue siendo sólo cubierto parcialmente en Colombia. Individuos con baja educación, tienen mayor vulnerabilidad a situaciones de marginalidad y pobreza, y los resultados de las pruebas PISA (2012) ubicaron Colombia en el puesto 62 entre los 65 países que la presentan en el mundo. La distribución del capital humano en la población determina la composición y salarios en el mercado laboral, lo cual determina en gran medida la distribución del ingreso. Por esto es necesario lograr que todos los colombianos tengan acceso a educación de calidad, a una seguridad social equitativa y solidaria, al mercado laboral – promoviendo la formalización o apoyando el emprendimiento – y a mecanismos de promoción social efectivos.
Contexto
Fuentes: Composición de la Economía de La Región Caribe de Colombia, PER Caribe, Caribe prospero, equitativo y sin pobreza extrema
Economia
La base económica de la región Caribe es variada, se destacan la agricultura (maíz, yuca, ñame, banano y palma), la ganadería (para carne y leche), la minería, la industria, el turismo y el transporte marítimo. Las actividades agropecuarias e industriales han perdido peso relativo en las dos últimas décadas, mientras que la minería y los servicios han registrado cambios importantes que le han permito ganar participación en la producción nacional. La industria está concentrada en Barranquilla y Cartagena, es poco diversificada (alimentos y bebidas, químicos, minerales no metálicos y plásticos) y está escasamente encadenada a la minería y la agricultura.
La actividad minero energética, creció fuertemente en la última década, tanto en el país como en la región Caribe, en esta última impulsada básicamente por la explotación de carbón, carbón lignitico y turba en los departamentos de Cesar y La Guajira, que en promedio anual contribuyeron con el 73,1% de la actividad minera de la región.
De otro lado, la extracción de gas natural es de gran importancia en el PIB regional y se contabiliza junto con la explotación de petróleo.
El sector terciario está compuesto por las actividades de comercio, transporte y comunicaciones, servicios empresariales y servicios sociales. Este sector se desarrolla principalmente en los grandes centros urbanos, ya que estos poseen la infraestructura y condiciones necesarias para su funcionamiento.
En 2010 la población representó el 21,4% del total de los colombianos y el producto interno bruto aportó el 15,1% del total país. Este último creció en la última década 4,1% en promedio anual tasa igual a la registrada en el orden nacional.
Turismo
El turismo es una actividad con gran potencial en la región por la exuberante belleza natural y la riqueza cultural caribeña e histórica, destacándose Cartagena, San Marta y San Andrés como las ciudades de mayor afluencia de visitantes. Cartagena tiene la industria hotelera más importante, los atractivos naturales, patrimoniales y culturales, como las monumentales edificaciones militares y su arquitectura colonial, le merecieron que en 1985 la UNESCO la declarara Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.
Santa Marta se convirtió en uno de los principales destinos de Colombia gracias a sitios arqueológicos como Pueblito, Ciudad Perdida y los petroglifos de Donama, el Morro, la Sierra Nevada, la Quinta de San Pedro Alejandrino y la Catedral y fue declarada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad en el año de 1979.
La gran diversidad de ecosistemas y paisajes de la región Caribe ha hecho que el turismo sea una de las apuestas productivas priorizada en todos los departamentos de la región (PER Caribe, 2013). La producción del sector comercio, restaurantes y hoteles representa el 11 % del PIB regional (DANE, 2014).
A pesar de la riqueza y potencial productivo de la región, sus bajos niveles de competitividad y la escasa sofisticación de los sectores productivos en general, impactan negativamente la generación de empleos y la creación de nuevas empresas por fuera de las ciudades capitales, por lo que inciden en los altos índices de pobreza de la región. Actualmente, la industria regional está concentrada en Barranquilla y Cartagena, y está escasamente encadenada con otros sectores y territorios del sur de la región (PER Caribe, 2013).
Pobreza
La región Caribe experimenta una situación aún más lamentable que el resto del país, puesto que aproximadamente el 50 % de sus habitantes son pobres, mientras que el 17 % vive en condiciones de pobreza extrema (DANE, 2013). Pese a los retos, la región Caribe ha avanzado en la lucha contra la pobreza de manera sostenida. Entre 2010-2013, la pobreza monetaria en la región se redujo en 10 puntos porcentuales, pasando de 53,8 % a 43,5 %, mientras que la pobreza extrema se redujo de 18,9 % a un 12,5 %.
La región Caribe presenta uno de los registros más preocupantes en el índice de pobreza multidimensional (IPM), 37,4 % en 2013 (DANE, 2013), y en seguridad alimentaria y mortalidad infantil, presenta una marcada problemática. El 58,5 % de sus hogares se encuentra en situación de inseguridad alimentaria (ENSIN, 2010), lo cual ha derivado en altos índices de mortalidad infantil. De hecho, el 70,8 % de los municipios de la región se encuentran por debajo de su referente en este indicador, destacándose críticamente la población indígena chimila (Magdalena), yukpa (Cesar) y wayuú (La Guajira);
Patrimonio medioambiental
En términos ambientales, la zona continental de la región Caribe cuenta con dos reservas de biósfera, la Sierra Nevada de Santa Marta y la Ciénaga Grande de Santa Marta, y con zonas de importancia ambiental y alta diversidad biológica como los sistemas de ciénagas de La Mojana y el sistema de humedales de la depresión Momposina. Dicha riqueza natural se encuentra altamente expuesta a distintas amenazas provenientes de actividades humanas. El Caribe concentra el 83 % de la desertificación muy alta y alta del país, equivalente al 24,1 % de su territorio (cálculos propios DNP con base en datos del IDEAM 2010), especialmente por cuenta de la presión del sobrepastoreo, la deforestación, algunos procesos naturales y la minería artesanal, ilegal e industrial. Así mismo, los aumentos en el nivel del mar y en la variabilidad climática han generado una alta erosión costera en la región, estimándose que cerca del 25 % de las playas del territorio están afectadas por este fenómeno (Invemar, 2013 p. 37).
Junto a los rezagos en cobertura de acueducto y alcantarillado, el Caribe colombiano enfrenta una vulnerabilidad alta y muy alta en el 76,8 % de su territorio y la carencia de agua de calidad para el consumo humano debido a la contaminación de los cauces que atraviesan su territorio y el agotamiento de las fuentes de aguas subterráneas por la falta de protección, sobreexplotación y desconocimiento del recurso hídrico, lo que hace difícil mantener la oferta de abastecimiento de agua e impacta negativamente la salud de los habitantes de la región, especialmente de los niños.
Educación
En educación, hay desigualdades significativas en cobertura de educación media: esta desigualdad se observa fuertemente en el departamento de La Guajira, donde la cobertura bruta en media es de 43,91 % y la cobertura neta es de 19,95 %, cifras considerablemente menores al promedio nacional (MEN, 2013). Por su parte, para la tasa de analfabetismo en mayores de 15 años, el 88,8 % de los municipios presenta brecha (175 municipios), concentrándose igualmente en La Guajira con una tasa del 18,2 %, la más alta de la región. Así mismo, el 79,7 % de los municipios presentó rezagos en los resultados de las pruebas saber de matemáticas (157 municipios) (DNP, 2014).
Programa de capacitación para el desarrollo
En el marco de las actividades para el empoderamiento de los actores del desarrollo, la UPD pone a disposición unos cupos gratuitos en sus cursos y capacitaciones. Los cupos gratuitos son disponibles para unos voluntarios y funcionarios de organizaciones en las que, por la calidad de su trabajo, se evidenció la necesidad de profesionalización en los temas de planificación del desarrollo, elaboración proyectual, gestión, monitoreo y evaluación de proyectos.
La capacitación de los actores se enfoca en el fortalecimiento de las competencias necesarias para la elaboración de estudios y presentación de propuestas proyectuales. El fortalecimiento de las capacidades de análisis es fundamentales para evaluar el potencial de desarrollo de las comunidades analizadas, comprender sus problemas e identificar el mejor programa de desarrollo que pueda beneficiar la comunidad. De esta manera se puede lograr un desarrollo que comience desde abajo, analizando los problemas de las comunidades y generando un proceso autónomo de identificación y solución de los problemas.
La capacitación de las ONGs y organizaciones comunitarias se encuentra necesaria para una proficua colaboración en proyectos internacionales, donde los requerimientos en términos de gestión del proyecto y monitoreo y evaluación son muy rígidos.
En el ámbito del programa Capacitación para el desarrollo, en 2016 UPD proporcionó capacitaciones gratuitas para 9 estudiantes de la facultad de Antropología de la Universidad del Magdalena, y 11 funcionarios de:
Asociación de Empesarios de Magdalena, Fundación Ecologa, Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta, SENA, Casa Indegena Santa Marta, Fundación Raices Italo-Colombianas, FUNDEHUMAC.
Evaluación final curso introductorio en Planificación y Gestión del Desarrollo Comunitario
3 diciembre 2015 – 27 enero 2016, Universidad del Magdalena
El primer curso introductorio en Gestión de Proyectos y Desarrollo Comunitario buscaba fortalecer las competencias de los estudiantes en la identificación, formulación, implementación y evaluación de proyectos.
El primer modulo (LA ESTRUCTURA DEL PROYECTO Y SU LOGICA) buscó fortalecer la visión de los estudiantes hacia la comprensión de las politicas de desarrollo sostenible, cual es la logíca que se tiene que manejar para entender cual son los proyectos que tienen mas impacto y cual es la modalidad para financiarlos
El segundo modulo (METODOLOGÍAS Y HERRAMIENTAS PARA EL DESARROLLO DEL PROYECTO) focalizó su atención acerca las modalidades con las que se maneja la información y el analisis necesarios para elaborar una propuesta proyectual. En esta parte del curso se explicó la importancia del contacto y del involucramiento con las partes interesadas y los beneficiarios del proyecto.
El tercer modulo (EVALUACIÓN Y GESTIÓN DEL PROYECTO) ofreció habilidades para gestionar un proyecto de desarrollo (relaciones con el consorcio, los portadores de intereses y las instituciones financiadoras). En esta parte del curso, los estudiantes ententaron comprender como justificar los objetivos que se establecieron para el proyecto. Entendieron la importancia de establecer las estrategias encajando con la voluntad de los beneficiarios del proyecto y la importancia de encontrar motivaciones compartidas con las partes interesadas.
El modulo practico, finalmente, tuvo como objetivo de capacitación la puesta en acto de los conceptos y metodologias de analisis e involucramiento de las partes interesadas y de los beneficiarios. En la salida de campo al asentamiento indigena de El Encanto los estudiantes se agruparon en diferentes equipos para recoger diferentes informaciones y entender el entorno contextual en el cual se tiene que organizar el proyecto. Los grupos, dirigidos por un experto, ententaron de identificar las motivaciones, problemas y objetivos de diferentes categorias de beneficiarios y partes interesadas:
El mamo y las autoridades
Las mujeres indigenas
Las partes interesadas (los campesinos que viven alrededor del asentamiento indigena)
Un equipo de estudiantes se ocupó de coordinar las actividades y controlar los otros grupos.
El curso finalizó otorgando una elaboración de trabajo hecha por los estudiantes, en el cual pudieron cimentarse en la búsqueda y manejo de informaciones aptas para explicar, justificar o motivar una parte del proyecto.
La Resistenza di Cali
Publicado en 14 mayo 2021 por Matteo BellinzasDerechos Humanos
Fonte della foto: Tembolres ONG “Guardia, forza! per la mia razza, per la mia terra!”, è uno dei nuovi slogan simbolo della rivolta sociale riesplosa in Colombia: l’inno della Guardia Indigena del Cauca viene cantato non piú solo a Cali, ma nel resto del paese e a Bogotà. La Guardia Indigena del Cauca (la Minga
(Italiano) Aggiornamento sul Paro Nacional – 8 maggio 2021
Publicado en 8 mayo 2021 por Matteo BellinzasDerechos Humanos
Ci spiace, ma questo articolo è disponibile soltanto in Italiano.
(Italiano) Colombia, adesso
Publicado en 5 mayo 2021 por Matteo BellinzasDerechos Humanos
Ci spiace, ma questo articolo è disponibile soltanto in Italiano.